Tal vez uno de los cocteles más complejos no solo por su
elaboración sino también por su historia, el Bloody Mary es capaz de conquistar
a cualquiera con su único sabor.
Este coctel de origen francés (o por lo meno eso cuenta una
de las versiones más populares en cuanto a su origen) forma parte de la lista
de “Clásicos contemporáneos” del International Bartenders Association o IBA (en
español Asociación Internacional de Bartenders) esta deliciosa bebida ha tenido
varias variantes y presentaciones le lo han ayudado a colocarse como una bebida
de prestigio y alto valor y demanda.
Del Bloody Mary el cual es de origen francés nacieron varias variantes entre ellas el
César en Canadá, el Red Snapper en Estados Unidos, la Michelada en México y por
supuesto no puede faltar nuestro Chiliguaro en Costa Rica
- 1 ½ oz Vodka
- Aproximadamente ¾ de la medida de un vaso media luna de Jugo de Tomate
- ½ oz Limón
- 2 a 3 dashes de salsa Worcestershire
- Tabasco
- Una rama pequeña de apio (hojas para chequear y ramas para decorar)
- Pimienta
- sal
Para prepararla se deben agregar los ingredientes en una
chequeadora con hielo y chequear vigorosamente aunque algunas nuevas tendencias
prefieren el “Rolling” que se caracteriza por verter los ingredientes de un
vaso a otro y repitiendo el proceso para que los ingredientes se mesclen bien.
Por lo general es servido solo o acompañado de marisco pero
en solitario este coctel se puede decorar con una rama de apio y a veces se
añade una rodaja de limón, y aunque popularmente este en uno de los cocteles
que sufren de sobre decoración (agregándole olivas, cebollitas enlatadas etc)
es saber que menos es más nos permitirá disfrutar de este coctel.
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